Ruta por Cotos y Navacerrada.

Muy buenas chicos…

.esta semana estoy en standby por culpa del curro y los calendarios de verano, y como no he podido salir aqui os dejo la crónica de Javi de su salida por cotos con Dani y Coso, que si está vivo… aunque solo se apunte para bajar el perrete… jeje

«Bueno, pues ya estamos de vuelta sanos y salvos (más o menos) después de una preciosa excursión por la sierra con Dani y Coso como jefes de expedición.

Hemos empezado en Navacerrada, donde hemos ido pedaleando 6Km por carretera hasta Cotos, lugar desde donde comienza el camino de bajada que, entre arboles y pegado al río, nos ha llevado hasta Valsaín. El camino es alucinante, mezclando senderos rápidos con zonas trialeras que en algunos casos nos han hecho bajarnos de la bici.

En Valsaín nos esperaba una subida no muy larga pero potente, y también nos aguardaba el primer incidente mecánico que ha obligado a Enrique a abandonar la ruta, porque la patilla del cambio de su Weyless ha quedado totalmente arruinada, doblada y con la rosca del desviador completamente rota, así que hemos desmontado el desviador y acortado la cadena en diferentes medidas intentando que se mantuviera en el plato mediano y el piñón grande para poder terminar la subida, pero no ha habido forma, la cadena se empeñaba en acabar en el plato pequeño y el piñón pequeño. Resultado: Enrique se ha tenido que dar la vuelta a esperarnos en una sombrita.

Total, que Coso, Dani y un servidor hemos continuado hasta La Granja, donde Felix, un amigo de Dani y un tío acojonante, nos ha ido recogido para ir todos juntos a comer a Navacerrada. Después de comer y con Felix y Enrique de camino a sus casas, Dani a propuesto hacer el sendero Whistler y Coso y yo nos hemos apuntado sin dudarlo. Lo mío tiene delito, porque no tenía ni idea del berenjenal en el que me iba a meter, y es que es un pedazo de trialerón como ni me imaginaba que existían, y que hemos bajado con más o menos dignidad –Dani con nota- hasta que me he dado un hostión bastante interesante de boca contra un pedrulo. Saldo: un dedo torcido, el labio partido, un arrastrón en la mejilla y una rodilla “pa talleres”. Aún con todo ha merecido la pena.

Aquí os van unas cuantas fotos de la laaarga jornada.